Pavel Durov, el visionario detrás de Telegram, es una figura compleja que despierta opiniones encontradas: prodigio de la programación, multimillonario, defensor de la libertad de expresión, y según algunos críticos, un títere del Kremlin.
Recientemente fue detenido en Francia, Durov ha captado la atención no solo por su empresa, sino también por su estilo de vida nómada. Sus ideologías libertarias y su sorprendente revelación de haber engendrado más de 100 hijos a través de donaciones de esperma en los últimos 15 años.
Nacido en 1984 en la Unión Soviética, Durov mostró un talento precoz para las matemáticas y la programación, junto a su hermano Nikolai. Este talento los llevó a crear Vkontakte (VK), una red social que rápidamente se convirtió en el “Facebook de Rusia”.
Sin embargo, su negativa a colaborar con el Kremlin en 2013, cuando se le pidió que entregara datos de usuarios ucranianos durante las protestas en Kyiv, selló su destino.
Pavel Durov se ha negado a comprometer la privacidad frente a los gobiernos
Durov abandonó Rusia, vendió sus acciones en VK y se enfocó en Telegram, que lanzó con su hermano en 2013.
Telegram se destacó por su fuerte cifrado de extremo a extremo, lo que lo convirtió en la plataforma de mensajería más segura, aunque también en un refugio para actores malintencionados.
A pesar de esto, Durov se ha negado a crear puertas traseras para los gobiernos, argumentando que comprometería la seguridad y la privacidad de los usuarios.
Esta postura lo ha enfrentado con gobiernos de todo el mundo, incluido el ruso, aunque Telegram sigue operando en Rusia sin restricciones.
La reciente detención de Durov en Francia, relacionada con la falta de moderación de contenidos ilícitos en Telegram, reaviva el debate sobre la privacidad en la era digital y el papel de las grandes tecnológicas en la seguridad global.
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