La Fundación OCESA celebró los XV años de 47 adolescentes en situación de vulnerabilidad. El evento, tuvo todo lo que hay en una quinceañera y además, apostó por la inclusión para personas con discapacidad auditiva.
El evento se llevó a cabo en el Pabellón Oeste del Palacio de los Deportes, y reunió a más de 590 personas, entre familiares, voluntariado y jóvenes de diversas asociaciones civiles.
Las festejadas, fueron 44 chicas originarias de Iztacalco, invitadas por la alcaldía, y 3 provenientes del barrio de La Guerrero, todas ellas seleccionadas por su contexto de vulnerabilidad social.
Antes del evento, las recibieron en la Casa Rivas Mercado, ubicada en la colonia Guerrero. Ahí las peinaron, maquillaron y tuvieron una sesión de fotos con el padrino, Yahir. Quién después se presentó en concierto para las festejadas y sus familias.
Fue un evento lleno de inclusión con el programa Vibra con Nosotros
Y no solamente se trató de fiesta, el concierto Yahir fue una demostración de inclusión para personas con discapacidad auditiva.
Al evento asistieron 25 jóvenes a quienes se les entregó un chaleco de parte del programa Vibra con nosotros. Se trata de chalecos sensoriales que permiten una experiencia inmersiva a quienes no pueden escuchar la música directamente.
¿Cómo funcionan? Fundación OCESA nos contó que se conectan a la consola de audio a través de radiofrecuencia y transmiten la vibración de la música al cuerpo. De forma que quienes los usan sienten el ritmo.
Y eso no es todo, porque además, en los conciertos se presentan junto a los artistas, intérpretes de lengua de señas mexicana. Y lo dan todo para transmitir la emoción de las letras a los espectadores que no pueden escucharlas.
Durante la fiesta, Yahir presentó un set de sus canciones más populares acompañado de músicos, una corista y por supuesto, una intérprete de señas.

Además, les dio una sorpresa a las festejadas presentándoles canciones de cumbia y salsa, para el bailongo de los XV años.
Y gracias a los chalecos sensoriales y la intérprete de señas, varias personas sordas bailaron junto con el resto de los asistentes, experimentando la música de forma sensorial e inmersiva.
En algunos momentos, incluso interpretaron las canciones en lengua de señas junto a la intérprete, demostrándonos cómo las personas diversas pueden formar parte del entretenimiento.
El evento no solo brindó a estas jóvenes una celebración de cumpleaños. También demostró que acercar el entretenimiento a quienes no siempre pueden disfrutarlo en igualdad de condiciones.
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