Aunque la industria de la moda ha sufrido un fuerte impacto económico debido a la pandemia, podría haber mejorías en otros sectores, principalmente en el ambiental.
La actual emergencia sanitaria ha golpeado fuertemente a este sector en el mundo entero y si bien muchos consideran a la industria de la moda como un lujo del cual se puede prescindir en estos momentos de confinamiento, también es cierto que existen países que tienen su economía puesta en gran parte a la industria de la moda.
China, por ejemplo, lugar donde se generaron los primeros contagios de la COVID-19, es el principal productor de la materia prima en el área textil, por tanto, el cierre de fábricas y las restricciones sanitarias para la exportación han ocasionado que la entrega de insumos provenientes de este país principalmente, se vuelva más lenta y complicada.
Además de que marcas que tenían centralizada su producción en países como India, Bangladesh y China no han podido cumplir con sus compromisos de colecciones de temporada, ocasionando así, pérdidas millonarias en el sector textil, sin contar la tasa de desempleo al alza.
En beneficio del planeta
Sin embargo, no todo dentro del mundo de la moda son malas noticias, según datos de la ONU, la industria de la moda es considerada una de las más contaminantes del planeta y es responsable de al menos el 20 por ciento de las aguas residuales globales.
Estos números han venido a la baja con la ralentización de la producción de insumos textiles, lo que ha obligado al sector a buscar nuevos aliados para poder hacer frente a la crisis de la COVID-19.
Tal es el caso de la sostenibilidad, que aunque ya venía en auge antes de la pandemia, ha acelerado su progreso con el paso de 2020 y de seguir así, podríamos ver una mejora considerable en la disminución de contaminantes en el planeta a causa de este importante sector.
Otro gran aliado ha sido el e-commerce que se ha adecuado al modelo low touch economy, llevando al alza la venta por internet de importantes marcas, según datos recopilados por el sitio de internet Fashion Network, las ventas en línea han tenido un crecimiento del 60 por ciento que, si bien aún no han podido compensar la caída de ingresos globales, se ha vuelto un rayo de esperanza para la industria.